Director: Elza Kephart
Guion: Patricia Gomez, Elza Kephart
Reparto: Romane Denis, Brett Donahue, Kenny Wong, Sehar Bhojani
Disparatada, loca, cutre, absurda y divertida son algunos de los adjetivos que podrían utilizarse para describir Slaxx.
Poco se imaginaba la entusiasta e idealista Libby que su primer turno de trabajo en una de las tiendas de la famosa marca de ropa Canadian Cotton Clothiers se convertiría en un baño de sangre. Y es que la noche en la que dicha marca prepara el lanzamiento de su nuevo producto estrella, los Super Shapers, unos tejanos que captan el calor corporal de quien los lleva, adaptándose así perfectamente a su cuerpo, se transforma en una masacre perpetrada por dichos vaqueros que, sedientos de sangre, van acabando poco a poco con el personal del establecimiento en una vorágine de muertes a cada cual más increíble e imaginativa a la vez que ridícula.
Con la simple premisa de unos “tejanos asesinos”, la directora canadiense Elza Kephart nos ofrece un más que correcto slasher en el cual el típico asesino enmascarado es sustituido por una prenda de moda y que, además de entretener, incluye una crítica a la hipocresía de la industria textil, a las marcas de moda “supuestamente” sostenibles y a la explotación laboral, crítica que, si bien está presente, no arruina la diversión ni deja mal sabor de boca.
Su duración más que acertada (77 minutos son suficientes para una película sobre unos vaqueros causantes de un baño de sangre en un centro comercial) y sus efectos especiales, que podrían considerarse “vintage”, permiten al espectador disfrutar de cada minuto del metraje, preguntándose quién será el próximo personaje en morir y cómo se las apañará el pantalón maldito para continuar con su matanza.
En resumen, una película para pasar un buen rato y reírse sin dar vueltas a complicados argumentos o giros de guion… Sencilla, honesta y directa: lo que te venden es lo que hay, sin más. Ideal para desconectar en los tiempos que corren.
Su duración más que acertada (77 minutos son suficientes para una película sobre unos vaqueros causantes de un baño de sangre en un centro comercial) y sus efectos especiales, que podrían considerarse “vintage”, permiten al espectador disfrutar de cada minuto del metraje, preguntándose quién será el próximo personaje en morir y cómo se las apañará el pantalón maldito para continuar con su matanza.
En resumen, una película para pasar un buen rato y reírse sin dar vueltas a complicados argumentos o giros de guion… Sencilla, honesta y directa: lo que te venden es lo que hay, sin más. Ideal para desconectar en los tiempos que corren.
Lo mejor: Las escenas de los pantalones perpetrando las muertes, cada cual más loca e inverosímil.
Lo peor: Puede resultar demasiado “simple” para algunos aficionados al género de terror.
TRAILER