"Aunque sea vuestro reén tenéis que darme de comer"En una China deprimida y reprimida por el pueblo japonés, un grupo de forajidos capitaneado por el fantástico Huang Xiaoming secuestra a un futuro marido para reclamar un jugoso rescate como último gran golpe. Las cosas se complicarán y acabarán tramando un plan para acabar con el asentamiento japonés que tiene atemorizados a los aldeanos. Esto sirve como excusa para mostrar (aunque no queda demasiado claro) una lucha contra el ejército japonés y su injusto tratamiento para con el pueblo chino.
En su opera prima, Yang Shupeng, nos muestra un película con tiempo variable y desordenada, con mucha acción (a veces sin mucho sentido para la historia) y unos personajes muy carísmáticos. Difícil de seguir en algunos momentos se hace un poquito larga. La idea y la historia te cautivan desde el principio y poco a poco se va diluyendo hasta encontrar el giro argumental de rigor. Un correcto principio para este director del cual esperamos ver muchos más films suyos en el futuro.
Lo mejor: un Xiaoming que se sale, incluyendo plano sin camiseta de rigor para mostrar todo su "talento" natrual. Y una música y estética genial. Además del tanque, sin más.
Lo peor: le falta fuerza y aprovechar alguno de los filones estéticos.
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