Director: Sam Levinson
Guion: Sam Levinson
Reparto: Odessa young, Hari nef, Suki Waterhouse, Abra
“Violenta”, “feminista”, “políticamente incorrecta” o “cruda como la vida misma” son algunos de los calificativos que podrían aplicarse a Assassination Nation.
Escrita y dirigida por Sam Levinson, la historia que narra la película puede considerarse una versión moderna de la caza de brujas que tuvo lugar en la localidad estadounidense de Salem hace unos siglos, aunque ahora las brujas cuentan con las redes sociales en lugar de con pócimas para hechizar a sus víctimas y son perseguidas en automóviles. Lo que sí tienen en común con sus predecesoras es que son juzgadas y sentenciadas por los miembros de la comunidad que se autoproclaman guardianes de la moralidad y la decencia.
Lily y sus amigas llevan una vida normal de adolescentes: El instituto, los chicos y, sobre todo, la pantalla de su móvil, ocupan la mayor parte de su atención y su tiempo… pero todo cambia cuando un hacker filtra en las redes información privada, no solo de nuestras protagonistas, sino del resto de habitantes de Salem, desatando así el pánico y la locura colectiva. Como consecuencia, los santos se tornan demonios, los líderes, seres despreciables, y las fatales consecuencias van más allá de cualquier expectativa… desde homicidios a un intento de ahorcamiento al más puro estilo del salvaje oeste, pasando por madres que repudian a sus propias hijas.
Assassination Nation puede considerarse una “película cebolla”: La capa más superficial muestra una simple historia de violencia, pero sus capas más profundas dejan ver un trasfondo duro y real de nuestra sociedad actual del que tal vez a simple vista el espectador no se dé, o no quiera darse, cuenta… una sociedad en la que hemos perdido el derecho a la intimidad y la privacidad, en la que la opinión de los desconocidos cuenta más que la palabra de nuestra propia familia, donde la gente es manipulable, en la que la información no se contrasta y nos dejamos llevar por el “rebaño”, a veces por miedo a ser diferentes, otras por la pereza que nos da pensar por nosotros mismos. Una sociedad en la que los más duros juzgando son los que más tienen que ocultar y en la que los individuos aprovechan el anonimato que les brinda el mundo virtual para hacer daño, sin importarles lo más mínimo las consecuencias que sus actos puedan tener en el mundo real.
Lo mejor: Lo bruta y políticamente incorrecta que es.
Lo peor: Si el espectador la analiza en profundidad, puede acabar muy asustado del mundo en el que vive.
TRAILER