Director: Takashi Miike
Guion: Kikumi Yamagishi
Reparto: Kenji Sawada, Keiko Matsuzaka, Shinji Takeda, Naomi Nishida, Kiyoshirô Imawano, Tetsurô Tanba, Tamaki Miyazaki
Masao Katakuri (Kenji Sawada) obliga a su familia a comprar un hostal en medio de la nada con la promesa de que van a construir una carretera importante cerca de él. La familia, un tanto peculiar, está formada por la pareja Masao y Terue (Keiko Matsuzaka), su hijo Masayuki (Shinji Takeda), un chico vago y sin aspiraciones, su hija Shizue (Naomi Nishida), una mujer enamoradiza y madre soltera, la hija de Shizue, Yurie (Tamaki Miyazaki) y el patriarca con la cabeza ida Ojisan Jinpei (Tetsurô Tanba). Masao y Terue intentarán hacer todo lo posible para hacer de este hostal un lugar acogedor, mientras que Masayuki no parará de quejarse, Shizue intentará encontrar a un nuevo padre para Yurie y Ojisan Jinpei pasará las horas en el jardín lanzando piedras a los cuervos con su perro Poochi. Los problemas empezarán cuando, los pocos huéspedes que llegan hasta su hostal, vayan muriendo uno tras otro en accidentes. Masao, para salvar la reputación del hostal que todavía no ha arrancado, intentará a toda costa esconder los cadáveres, pero estos se van acumulando y la policía puede arruinar sus planes...
La carrera de Takashi Miike es abundante y llena de rarezas. Ha tocado todos los géneros habidos y por haber. En esta ocasión, se marca un remake bastante esquizofrénico de The quiet family de Kim Jee Won, creando un dramedy musical de ciencia ficción.
Marcan de manera sorprendente unos actores que no cantan demasiado bien (si exceptuamos a Richard, interpretado por Imawano, en paz descanse), con una variedad de estilos musicales que ya lo quisieran algunos (tenemos temas clásicos al más puro estilo The sound of music, temas salseros a lo Gloria Estefan o temas ochenteros a lo Pimpinela). Y es que la sutileza, al menos en el momento que fue rodada esta película, nunca ha sido el plato fuerte de Miike.
The happiness of the Katakuris es una película llevada al extremo en todo: las actuaciones sobreactuadas, los personajes con un solo tipo de emoción, los vestuarios extravagantes, las localizaciones absurdas (por el amor de dios, el hostal está en un vertedero), las canciones y los bailes amateurs... Todo en el film rebosa tosquedad.
Y después de parecer que os estoy hablando de la peor película del mundo, os cuento que es maravillosamente divertida. Todo lo extravagante y absurdo que hay en la cinta hace que sea espectacular. Las canciones se pegan a tu cabeza, la simpleza de los personajes hace que te encariñes de ellos, las muertes se vuelven divertidas. Si le preguntas a Miike como o por qué crea este tipo de películas con géneros tan distintos te responderá que para él los géneros no tienen importancia, de ahí que pueda mezclarlos sin pudor alguno (podéis leer la entrevista que le hicimos aquí). Supongo que por eso sus películas siempre nos han parecido únicas.
Nada más que decir que veáis el film, esperando que lo disfrutéis y que nos deis vuestra opinión.
Lo mejor: Richard, interpretado por Imawano, es soberbio.
Lo peor: Es estridente y sobrecargada a más no poder. Si no estás en esa onda, no la veas.
TRAILER
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