miércoles, 7 de agosto de 2019

Eyes of the spider (Japón, 1998)

“Estar vacío puede significar un nuevo comienzo"

Director: Kiyoshi Kurosawa
Guion: Kiyoshi Kurosawa, Yoichi Nishiyama
Reparto: Shô Aikawa, Duncan, Ren Osugi, Sadako abe

El catador de quesos Naomi Niijima está a punto de cerrar su ansiada venganza, tiene entre sus manos al asesino que le separó de su pequeña hace 6 años. Aunque su vida parece aparentemente tranquila junto a su mujer, Niijima es incapaz de resistir sus ansias de acabar con el asesino, y poco a poco está pudriéndose por dentro. ¿La culminación de la venganza le dará esa paz que necesita?

Kiyoshi Kurosawa es un director brillante y a veces irregular, pero puede presumir de tener en su filmografía joyas absolutas del cine Japonés (Cure, Kairo). Con Eyes of the spider, demuestra que puede salirse del género de terror, regalándonos una cinta atípica de mafiosos y venganza que no dejará indiferente a nadie.


Justo después de rodar su obra maestra Cure, el director estrenó un año mas tarde Eyes of the spider y Serpent`s path (pronto reseña), dos películas en las que el director muestra el camino de un hombre hacia su venganza y las consecuencias que ello acarrea. Obras ferozmente interpretadas por el gran Shô Aikawa. Hoy hablaremos de la primera de ellas.


Estamos ante una rareza en la filmografía del director, una cinta que se mueve fuera de lo convencional. Una cruda historia con tempo pausado e hipnótico, que os atrapará con su aire enrarecido y sus excesos. Las  explosiones de violencia, al igual que alguna otra escena, os  recordarán en más de una ocasión al cine de Kitano o incluso al de Takashi Miike. Pero nos os engañéis, la obra de Kurosawa tiene la personalidad suficiente y el buen hacer para ser una cinta de visionado casi obligado. Una obra que guarda en su interior más profundidad de la que parece tener a simple vista, tanto sus planos como su extraño guion guardan una reflexión sobre el vacío emocional y el verdadero ser que llevamos dentro. Brillante. Un tour de force perfectamente ejecutado por el carismático Shô Aikawa, que rebosa fuerza en su actuación y que acentúa una película ya de por si cruda y decadente.


Kiyoshi Kurosawa se apoya como ya es habitual del sonido ambiente, silencios rotos por el viento o por los sonidos de la monotonía diaria, generan un malestar y una  incertidumbre abrumadora, dejando al espectador alerta en ciertos momentos del film. La monotonía como decadencia del alma.

La cinta posee algunos planos espectaculares que hablan por si solos mezclándose con una fotografía bastante derrotista y oscura. El director combina a la perfección la convencionalidad de las cámaras junto con algunos planos de cámara en mano, que tiemblan para generar tensión y enrarecimiento en el ambiente.

En definitiva, otra joya dentro de la filmografía del director, una historia violenta y a veces divertida, con una naturalidad que roza lo absurdo, pero que os atrapará de principio a fin. Imprescindible.





Lo mejor: La dirección y el montaje del film.Shô Aikawa hace una interpretación excelente.
Estar sin saber por dónde va ir la historia hasta el clímax final.

Lo peor: Una cinta de gangsters para no todos los públicos, por su extrañeza general y su tempo pausado.


TRAILER


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