miércoles, 10 de abril de 2019

MASTER Z: IPMAN Legacy (Hong Kong/China, 2018)

"Hace tiempo que dejé las artes marciales"

Director: Yuen Woo-Ping
Guion: Edmond Wong, Chan Tai-lee
Reparto: Max Zhang, Michelle Yeoh, Dave Bautista, Tony Jaa.

Después de ser derrotado a manos de Ipman, el maestro de Wing chun Cheung Tin-Chi (Max Zhang) vive una vida sencilla en el anonimato. Acompañado de su hijo y apartado totalmente de las artes marciales, es dueño de un pequeño negocio local. Un buen día, después de hacer un reparto y al intentar salvar a una mujer que estaba en peligro, nuestro protagonista se verá involucrado en una pelea con la mafia local. A partir de este suceso, Cheung será perseguido y deberá proteger a su familia.

La saga Ipman nos ha dado muchas alegrías a los amantes del género de las artes marciales, tanto la saga dirigida por Wilson Yip como por sus otros spinoffs, los cuales presumen de estar encabezados por grandes directores como Herman Yau o Yuen Woo-ping. Master Z no es la excepción, ya que estamos ante una cinta notable dentro de la extensa saga de Wing chun. Una obra sencilla en esencia, pero con un regusto clásico exquisito, que dota al film de un aire local que nos encanta.



Es indiscutible el carisma que rebosa el personaje de Max Zhang en Ipman 3, el cual se ha merecido con creces este estupendo spinoff. En Master Z vemos la redención del personaje y como la humildad se apodera de él después de perder a manos de Ipman. El veterano director Yuen Woo-ping nos regala una cinta en tono clásico, en ejecución y esencia, pero su colorista fotografía y cuidado estético crean una mezcla de pasado y presente que le otorgan originalidad a la obra. De guion simple pero efectivo, con bastante más carga emocional que sus hermanas de saga.

El veterano actor Yuen Shun-Yi se encarga de las coreografías, el cual lleva a sus espaldas grandes producciones como director de acción, Wing Chun, The Grandmaster, Iron Monkey son algunas de sus obras como coreógrafo. En Master Z nos deleita con escenas clásicas de Kung-fu, ingeniosas y fantasiosas, repletas de cables y saltos imposibles. Esto a muchos puede parecerle cargante e incluso ridículo, pero a nosotros nos encanta, ya que no deja de ser una cinta clásica de artes marciales rodada en la actualidad. Coreografías espectaculares y cargadas de detalles le dan a esta producción un sello de calidad único.

Max Zhang como siempre está sublime, ágil, carismático y con mucha técnica marcial, y aunque a nivel interpretativo podría estar mejor, cumple con creces en el papel del joven padre y maestro de Wing Chun.

El elenco de personajes es variado y podemos encontrar muchas caras conocidas. Michelle Yeoh regresa estupenda con unas preciosas y poderosas coreografías de espadas, una gozada para los que vivimos los años dorados de esta diosa de las artes marciales. Y como ya vimos en anteriores partes de la saga y lo veremos en la futura Ipman 4, se incorporan personajes occidentales al reparto (casi siempre son malvados…). En este caso va más allá, ya que Dave Bautista produce e interpreta la película, en un papel bastante curioso y elaborado. Las escenas de acción están muy bien implementadas para su estilo de lucha. Espectacular. Como curiosidad tenemos al bueno de Tony Jaa haciendo una especie de papel secundario con alguna que otra buena escena de acción interesante, aunque su papel se esfuma rápidamente en la cinta.

Desde que en Ipman 2 dejaron de un lado ese tono serio de biopic, para centrarse en films de Kung-fu con historias sencillas pero repletas de acción, y aunque ninguna es como la primera parte, creemos que es un acierto el camino que ha tomado la saga, ya que de la otra manera pensamos que se abría quemado mucho antes, buscando la seriedad y el realismo histórico.




Su banda sonora es agradable y acompaña muy bien el tono local de la cinta, subiendo la intensidad en los momentos de mayor clímax.

Uno de los puntos fuertes de Master Z es su colorista y viva fotografía, que, en conjunto con un trabajo de localizaciones y vestuario excelente, genera un tándem espectacular y muy vivo.

En definitiva, Master Z es una cinta clásica de Kung-fu, una obra con aire local de regusto melancólico, y un digno spin off de la longeva saga. Quizás los más puritanos la encuentren ridícula y exagerada, pero si sois amantes de las cintas de artes marciales clásicas, no os la perdáis.

Lo mejor: Michelle Yeoh y las geniales coreografías del film y sus imposibles movimientos.

Lo peor: Quizás el guion sea demasiado simple.
Alguna que otra interpretación de bastante dudosa calidad.
El fugaz papel de Tony Jaa, creemos que el personaje podía dar más de sí.


TRAILER

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