martes, 17 de julio de 2018

Battle Royale: entre el libro y la película (Japón, 1999, 2000)

"Sí, pero solo si el resto está muerto"

Se ha hablado y se seguirá hablando sobre el impacto que Battle Royale, tanto el film como el libro, han tenido sobre la cultura a nivel mundial. Para muchos, incluyéndome a mí, la película significó adentrarse en la cinematografía asiática actual. Seguramente los aficionados del cine en general, ya habíamos visto las grandes obras de Kurosawa, Mizoguchi o Ozu en el clásico, incluso nos aficionamos al Bruce Lee de los 70 o vimos en John Woo el salvador del género de acción de los 90. Sin embargo, Battle Royale, junto con el fenómeno J-Horror, hizo que nos engancháramos de nuevo al filón asiático. 

Cuando vi por primera vez la película no supe como catalogarla, la verdad. Fue impactante que Battle Royale se estrenara en salas comerciales. Teníamos tantas ganas de ver cine diferente que no pensamos realmente lo que íbamos a ver. Puedo sinceramente decir, que en aquel entonces la película me hizo reír muchísimo: un doblaje bastante pésimo, una manera de actuar tan diferente y tanta sangre... No pude tomármela en serio. En aquel momento me pareció que la película no difería de los slashers americanos que tanto me gustan. Y entonces llegó Battle Royale Réquiem, y para entonces, mi mente se había empapado de más países asiáticos, de historias diferentes, de culturas diferentes y me pareció interesante que Kinji Fukasaku, el padre de los yakuzas no galantes, hiciera una secuela. Vimos otra vez Battle Royale para poder seguir la segunda parte y es ahí cuando me impactó más. Pude apreciar todo lo que Fukasaku había elaborado en la historia. Y es por eso también, que la obra póstuma de Kinji Fukasaku (y quizás el hecho de meter a su hijo de por medio en la dirección) ensombreciera a Réquiem



Battle Royale: la película

Director: Kinji Fukasaku
Guion: Kenta Fukasaku

Reparto: Tatsuya Fujiwara, Aki Maeda, Tarô Yamamoto, Takeshi Kitano, Chiaki Kuriyama, Masanobu Andô

En un Japón donde impera la dictadura, la tradición y los buenos modales, cada año se castiga a la peor clase de Japón a batirse en duelo entre ellos. La clase es enviada a una isla donde deberán acabar unos con otros hasta que solo uno de ellos sobreviva. Esto es lo que Kitano-sensei, interpretado por Takeshi Kitano, les explicará además de enseñarles lo que hacen los collares metálicos que tienen en sus cuellos. Después de que Shuya, Tatsuya Fujiwara, haya visto morir a su mejor amigo tras explotarle el collar, decidirá proteger a toda costa a Noriko Nakagawa (Aki Maeda). 

Fukasaku crea unos personajes a medida de su película. Se olvida de muchas cosas del libro para hacer que la película funcione. Éste es el gran acierto del director, ya que si se hubiera entretenido en explicar cada una de las historias de cada un@ de l@s chic@s, la película, aparte de eterna, se hubiera vuelto tediosa y ridícula. Aunque no deja de ser curioso que, uno de los personajes principales y más odiosos del libro, acabara siendo interpretado por Takeshi Kitano (tomándose la libertad de cambiarle desde el nombre hasta la personalidad en el film). La película se recrea en el sufrimiento de Noriko y Shuya, en cómo se resisten a creer que ellos van a matar a sus compañeros, mientras vemos a un Kitano despojado de todo honor como profesor y pisoteado por sus alumnos y familia. Para mi gusto, en lo único en que Fukasaku no acertó fue en el personaje principal, Shuya, cuyo carisma en el libro es abrumador. Quizás se deba a que tampoco soy muy fan de
Tatsuya Fujiwara.



Battle Royale: el libro

Autor: Koushun Takami
Editado en España por: Booket 2017

Aquí encontramos de nuevo a un Japón dictatorial, conocido como la República del Gran Oriente Asiático y vencedora de la Segunda Guerra Mundial. Su programa militar es su bien más preciado. Todo lo inmoral está prohibido, incluido el rock. Cada año, celebran el programa Battle Royale, donde 50 clases aleatorias de toda la República son llevadas a diferentes complejos militares desiertos en los que tendrán que lidiar contra una lucha a muerte entre sus compañeros. La República explica que es un honor participar en este programa, que permite mejorar a sus soldados, cuando la verdad es que únicamente sirve para imponer miedo en una sociedad que puede revelarse. En el complejo militar que explica la historia, Kinpatsu Sakamochi, es el líder de los soldados que impondrá orden durante la operación. Cuando la clase de la prefectura de Kagawa llega a la isla, despertarán con unos collares metálicos en el cuello y una extraña sensación de que algo no va bien. Cuando Sakamochi les explica a todos lo que deben hacer en la isla, el mejor amigo de Shuya será asesinado. Desde ese momento su objetivo será proteger a Noriko Nakagawa, el eterno amor de su mejor amigo, y hacer que todo el mundo entre en razón y no se maten entre ellos.

Battle Royale es un libro explicado en muertes. Empiezan 50 participantes y prácticamente en cada salto de capítulo muere algún alumno. La principal diferencia con la película es la riqueza de sus personajes. Así como en la película lo único en que piensan es en salvarse, en el libro se vive casi cada muerte explicada en primera persona. Hay también diferencias con los personajes principales: los dos alumnos que son traídos del exterior para "amenizar" la velada (importantes en ambos casos), en el libro son en realidad alumnos de esa misma clase. Aunque el mayor choque lo crea Fukasaku al inventarse a Kitano-sensei, protagonizado en el libro por el terrible Sakamochi. Fukasaku nos presenta a un hombre desilusionado con el mundo, deshonrado por sus alumnos y su familia y bastante triste. En cambio, Takami crea a Sakamochi, un hombre al que le gusta lo que hace, despiadado, que cree ciegamente en el programa e incluso piensa que sería un honor que sus hijos participaran en él, y siempre está alegre (menos cuando se enfada).

De izquierda a derecha: Shôgo Kawada (Tarô Yamamoto), Noriko Nakagawa (Aki Maeda) y Shuya Nanahara (Tatsuya Fujiwara)

Sería terrible decir cuál de las dos versiones es mejor, cada una entrega lo que cada lenguaje le permite. Creo que una adaptación cinematográfica en la cual se viviera cada minuto del libro sería infernal, tendría que abusar de voces en off y flashbacks y aun así creo que no conseguiría lo que la novela consigue. En lugar de basarse literalmente en el libro, Fukasaku (padre e hijo) sacan genio e inventan parte de la historia, consiguiendo la misma atmósfera agobiante y el mismo golpe de efecto final. Por otra parte, la novela nos ofrece un color y un sabor más rico en sus personajes, nos permite bucear en la mente del sociópata Sakamochi, en la de la tierna Noriko, en la del psicópata de Kiriyama y por supuesto en la del pacífico Shuya.

Como curiosidad, comentaros también que existe el manga de Battle Royale, escrito también por Koushun Takami, en el cual se explica la misma historia que en la novela, aunque de caracter más sexual y violento.

La misma historia, vista desde diferentes ojos. Esa es la inteligencia tanto de Koushun Takami como de Kinji Fukasaku.