"Puede que no tengas éxito incluso si persistes, pero definitivamente fallarás si lo dejas"
Director: David Lam Guion: David Lam Reparto: Louis Koo, Julian Cheung, Vic Chou, Ada Choi, Derek Tsang.
La ICAC (Independent Commision Against Corruption) recibe un nuevo caso. William Lok (Louis Koo) y su equipo se enfrentan esta vez a una red de estafas y sobornos en apuestas deportivas. Durante una investigación, William es testigo del asesinato de un acusado a manos de un misterioso y solitario asesino motorizado. Lok será interrogado por la unidad criminal de la policía de Hong Kong. El inspector Lau Po-Keung (Julian Cheung) intentará sin éxito sonsacar información a nuestro protagonista. El rumbo de la historia cambiará cuando desde jefatura, Lau Po-Keung recibe la orden de trabajar mano a mano con el equipo de Lok.
David Lam regresa con una secuela digna e interesante, esta vez enfocada en el fraude dentro del mundo de las apuestas deportivas, un peligroso círculo vicioso donde hay implicadas personas importantes y mucho dinero en juego. Una enrevesada red de corrupción, codicia y manipulación.
Uno de los pilares principales de la saga son sus interesantes guiones, en S Storm vemos como su trama avanza a gigantescos pasos, dotando al film de un dinamismo muy personal. Esto afecta en algunas ocasiones a su montaje, que puede llegar a ser brusco y torpe, aunque no ensucia para nada el disfrute de este thriller financiero.
Vuelve el genial elenco de la primera parte, con alguna que otra interesante incorporación en el equipo encabezado por Louis Koo. Otro punto que nos ha gustado bastante, es la brigada anti crimen en la investigación, la cual nos muestra el contrapunto con la elegancia del equipo del ICAC, la forma en la que trabajan y el estrés al que están sometidos. El detective Lau Po-keung (Julian Cheung) y su equipo, nos otorgan otra visión en esta complicada trama, que además mejora si le añadimos esa pizca de rivalidad entre Cheung y Lok. Un paseo por el bromance al más puro estilo Hongkonés.
Una diferencia clara respecto a Z STORM es su acción, con mucho más protagonismo en el metraje y perfectamente coreografiada. La culpa de todo esto la tiene el legendario Bruce Law (The raid 2, Hard boiled, The Killer) encargado de dirigir toda la parafernalia balística y motorizada de la cinta. Buenos tiroteos, alguna que otra pelea cuerpo a cuerpo de calidad, y su especialidad, persecuciones con coches. Gracias a Law, la cinta adopta esa esencia de cine clásico Hongkonés que tanto nos gusta.
La banda sonora, sin ser una maravilla, cumple y acompaña muy bien, aunque creemos que le falta un poco más de producción.
En definitiva, S storm es una cinta continuista, que no arriesga, pero que mejora en algunos aspectos. Si os gustó la primera parte, no dudéis en darle una oportunidad.
Lo mejor: Su trama y el elenco de nuevos personajes. Ver otra vez en acción al ICAC. Bruce Law hace un gran trabajo en la acción, dejando su sello de calidad.
Lo peor: Montaje brusco y algún que otro CGI extraño por ahí.
"En el proyecto Z haremos todo lo posible por ayudar a los ciudadanos"
Director: David Lam Guion: David Lam Reparto: Louis Koo, Gordon Lam, Phillip Keung, Michael Wong.
La ICAC es la unidad policial independiente contra la corrupción en Hong Kong, un grupo de especialistas ultra preparados liderados por William Luk (Louis Koo), un implacable policía con un sentido de la justicia abrumador. La corrupción es un veneno que se esparce con facilidad, incluso llegando a pudrir el propio departamento de policía. El superintendente Wong Man (Gordon Lam) será acusado de máxima traición por nuestro equipo protagonista, el cual parece estar blindado por algún tipo de asociación con algún político. Sorprendentemente se encontrarán con algo mucho más grave, un fraude contra más de 7 millones de personas. ¿Quién estará detrás de todo esto?
Z storm inicia la exitosa saga dirigida por David Lam, un notable thriller policíaco de producción discreta y guion elaborado. Estamos ante una cinta de corte clásico, si excesos ni exageraciones, llena de tecnicismos y jerarquía policial, con una trama interesante repleta de misterios y giros argumentales. Su guion puede parecer denso si no eres amante de este tipo de producciones. La gran cantidad de personajes y situaciones que ocurren durante la historia, puede aburrir o hacer perder el interés a los espectadores que busquen un thriller repleto de acción. Z storm tiene un ritmo endiablado, su trama avanza sin parar en una lucha contrarreloj por detener lo que podría ser el mayor fraude perpetrado en Hong Kong. Una obra más enfocada hacia su sólido guion que a la acción, aunque sí que tiene alguna que otra escena de tiroteo o persecuciones muy bien dirigidas por Wong Wai-Leung (The invicible dragon, Operation Mekong) y le dan ese toque de fuerza y dinamismo que a la cinta le sienta tan bien.
El nivel interpretativo es notable, el equipo liderado por Louis Koo son personajes carismáticos y acabas empatizando con ellos (apetece volver a verlos en sus siguientes secuelas). Una de las grandes sorpresas es la presencia del imponente Michael Wong, que nos regala una elegante interpretación de un personaje manipulador y de una frialdad aterradora. Se agradece también, ver en acción a Derek Tsan (Dream Home, Lovers discourse) y Phillip Keung (Shockwave, Trivisa) junto con muchas caras conocidas de la cinematografía Hongkonesa. En su apartado sonoro nos encontramos con una cinta que cumple sin más, con melodías que acompañan muy bien en los momentos de clímax sin llegar a saturar al espectador.
En definitiva, Z storm es un buen thriller Hongkonés, con mucha trama y menos acción de la que nos gustaría, pero no por ello deja de ser una propuesta interesante. Dadle una oportunidad a la primera parte de lo que ya es una saga de éxito.
Lo mejor: Los tres protagonistas principales y sus artimañas por conseguir cazarse entre ellos. Michael Wong nos encanta y en Z storm está genial. Parece ser que Netflix nos traerá la saga a nuestras casas.
Lo peor: Quizás un poco más de acción le hubiera sentado bien. La rapidez de su trama puede conseguir que perdamos el hilo argumental en algún momento.
