Director: im Kyeong-taek
Guion: Yoon Sam-yuk, Hong Song-yu (Novela)
Reparto: Park Sang-Min, Shin Hyeon-Jun, Hwang Jun-min, Kim Seung-woo y Bang Eun-hee
Hoy os traemos la primera reseña sobre la carrera cinematográfica de Jong dong joo. Un proyecto en conjunto con nuestros compañeros de Cine Made in Asia.
En el film General's son, Jong Dong-joo es donde por primera vez dejó su huella en el mundo cinematográfico coreano. Su función era la de coordinar la acción y las escenas de stunts, participando incluso como doble de nuestro protagonista Park Sang-min (The Tube, Possessed, Soldier).
Tras dejar el ejército en el cual era instructor de artes marciales de un grupo de elite y trabajar como guardaespaldas de un conocido parlamentario, un amigo le sugirió meterse en el mundillo de las escenas peligrosas. Pero desgraciadamente en esa época en Corea, a los stunts se les pagaba muy poco y Jong solo consiguió trabajar en un Direct-to-video cargando material en el rodaje.
Durante los meses siguientes comenzó una dura rutina física en el parque Boramae, y continuó aprendiendo más artes marciales, Hapkido, Aikido, Kick boxing y Esgrima bajo la supervisión de Kim Young-Mo. A los pocos meses recibió la oferta para trabajar en el taquillazo coreano General's son.
Ambientada en 1918, durante la ocupación Japonesa en Corea, un joven vagabundo llamado Kim Du-han, el cual perdió a su madre a la temprana edad de 8 años, sobrevive en las calles de Jungno como medianamente puede. Gracias a sus increíbles habilidades para la lucha, será reconocido en el barrio entre los jefes mafiosos.
General's son es una cinta basada en la figura del jefe del crimen Kim Du-han, hijo del general Kim Chwa-chin, siendo un gran éxito en taquilla en 1990, año en el que se estrenó. Ésta es la primera parte de la trilogía con el mismo nombre y adaptación de la novela de Hong Song-yu.
El director Im Kwon-taek nos regala una cinta de gángsters clásica, donde ya se puede percibir en menor medida el sello característico y la estética del nuevo cine coreano que llegará a finales de los noventa con cintas como Shiri (Kang Je-kyu, 1999) o Nowhere to hide (Lee Myung-se, 1999).
Una historia de supervivencia con un trasfondo gris y desolador, en una sociedad secuestrada que pierde identidad al pasar lo años, y donde las disputas se deciden en duelos cuerpo a cuerpo como si de un western se tratara. El honor, la hermandad y la tradición son valores muy importantes para nuestros protagonistas.
Una cinta con un clara influencia del cine Hongkonés de finales de los 80. Su estética y crudeza en algunos momentos recuerdan a algunas producciones de la ex-colonia inglesa. También podemos observar rasgos característicos de las obras de mafia americana, tanto por el trabajo de vestuarios como por el porte de los personajes.
De fotografía clásica y clara, con un estilismo visual que en algunos momentos recuerda a grandes obras futuras que marcarían las pautas del nuevo cine coreano como Chingoo (Friend, 2001).
Su banda sonora es excelente y acompaña muy bien a la historia, apoyándose más de una vez, en las estupendas melodías interpretadas por los trabajadores del teatro de Jungno.
Las interpretaciones son sólidas y muy creíbles, en especial la de nuestro protagonista, interpretado a la perfección por un joven Park Sang-Min, y un elenco lleno de caras conocidas que en un futuro llegarán a ser grandes actores/actrices de éxito en Korea. Shin Hyeon-Jun (Kiss me Kill me, Three Kims), Hwang Jun-min (New world, The wailing), Kim Seung-woo (Chasing, I am a dad) y Bang Eun-hee (Gangnam scandal, High society) son algunos de los nombres que veremos en el filme. Una gozada.
Jong Dong-joo hace un gran trabajo como coordinador de acción, regalándonos buenas escenas con stunts (en la mayoría participa él también), acompañadas de unas coreografías notables, las cuáles evolucionan con nuestro protagonista, hasta llegar al clímax final donde ya podemos ver a nuestro coreógrafo favorito repartiendo estopa como doble del protagonista. Se pueden apreciar muchos de los movimientos característicos y encuadres que serán su sello de identidad en futuras producciones.
En definitiva, General's son es una película clásica que rezuma personalidad propia, una pequeña luz de lo que llegaría en un futuro no muy lejano. De estética elegante y trasfondo sucio, una obra que encantará a los amantes de la acción y el buen cine negro. Imprescindible
Lo mejor: El ritmo de la historia, muy dinámico.
Una obra de gran producción y muy bien cuidada.
Los duelos cuerpo a cuerpo.
Lo peor: Algunos personajes están doblados encima con voces impuestas, en ocasiones queda un poco extraño.
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