Director: Woo Min-ho
Guion: Woo Min-ho
Reparto: Song Kang-ho, Bae Doona, Jo Jung-suk
Ambientada durante la década de los 70 y principios de los 80 en Busan, un pequeño contrabandista llamado Lee Doo-sam, conseguirá alzarse como uno de los señores de la droga más importantes de Corea, incluso llegando a tener mercados en Japón y Taiwán.
El Fiscal Kim in-goo hará todo lo posible por atraparlo y acabar con su temido imperio.
Después de sorprendernos con la excelente Inside Men (el montaje del director de tres horas es realmente espectacular) Woo Min-ho regresa con otra cinta de cine negro, escribe y dirige una obra sólida e impecable en ejecución. Y nos deja claro que es uno de los directores más interesantes de Corea del sur.
The Drug King es una cinta de corte clásico, sin parafernalias ni excesos, realista, divertida, cruda y muy perturbadora cuando quiere. Una historia de ambición que ya hemos visto muchas veces, pero gracias a una brillante actuación de Song Kang-ho cobra una identidad muy personal.
Ambientada en los años 70 y principios de los 80 de una manera sublime, todo está cuidado al milímetro para meternos de lleno en una época donde Corea iba a sufrir cambios y era un volcán a punto de estallar.
Vestuarios y localizaciones muy cuidadas, de fotografía cálida y clásica, el director nos deleita con una cinematografía de calidad y sobretodo muy agradable de ver.
The Drug King funciona como comedia negra, tiene momentos agradables y escenas realmente espeluznantes, como si el director nos quisiera mostrar la montaña rusa de sensaciones que producen las drogas.
Una visión del narcotráfico desgarradora, que junto con la codicia pueden transformar a un ángel en demonio.
La violencia como moneda de cambio, con unas escenas realmente poderosas y de instinto casi animal. Un afán por sobrevivir en una sociedad a punto de explotar.
Hay claramente muchas referencias a Scarface en modo de homenaje, sobretodo el despacho de nuestro protagonista y la manera de ejecutar algunas escenas.
El guion no sorprende en absoluto e incluso podemos llegar a intuir como terminará esta clásica historia de narcotraficantes. Pero gracias a su estupenda banda sonora que abarca los grandes éxitos de esa década, tanto internacionales como nacionales, y a la imponente interpretación de Song Kang-ho, nos dejamos llevar por esta historia mil veces ya vista.
Song Kang-ho es uno de los mejores actores coreanos que existen, y en The Drug King lo vuelve a reafirmar. Su interpretación pasa por todos los palos, a veces entrañable, tierno, amable, cobarde y débil, sádico y loco, es una auténtica maravilla ver a este señor trabajar.
También tenemos que comentar que su actuación hace que los demás actores (con mucho talento) queden en segundo plano. Por ejemplo el personaje de Bae Doona está bastante desaprovechado, pero entendemos que la cinta está hecha a medida de Song.
En definitiva, The Drug King no es una película que sorprenda por su historia, pero si por su composición y ejecución. Si eres amante del cine negro y sobretodo del coreano, no te la pierdas. Brillante.
Lo mejor: Su conjunto funciona a la perfección, pero realmente lo mejor es el papel ejecutado por Song Kang-ho.
La banda sonora es magnífica, el tema Wind de Mi Kim Jung resonará en vuestros tímpanos durante toda la película.
Poder disfrutarla de estreno en Netflix.
Lo peor: Una historia ya contada.
Creemos que el resto de reparto está muy desaprovechado.
TRAILER
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