sábado, 1 de agosto de 2020

Haru en el reino de los gatos (Japón, 2002)

“Debes vivir tu propia vida, aunque ayudes a los demás”

Director: Hiroyuki Morita
Guion: Reiko Yoshida (Cómic: Aoi Hîragi)
Reparto: Chizuru Ikewaki, Yoshihiko Hakamada, Aki Maeda, Takayuki Yamada.

Después de ver la película Amor de gata con la que Netflix nos deleitó el día de su estreno 18 de junio, me volvió a la mente una pequeña joya de la animación, esta vez de mano del estudio Ghibli, Haru en el reino de los gatos. Aunque sean películas diferentes tienen como nexo común los encantadores gatos y la fantasía que gira alrededor de ellos (entre otras cosas).





En esta película se nos presenta a Haru, una estudiante algo torpe e insegura que cree que todo le sale mal. Un día, al pasear con una amiga salva un gato de ser atropellado por un camión. Para su sorpresa, el gato comienza hablarle en lenguaje humano y después de agradecérselo desaparece del lugar, prometiéndole que le compensará más adelante. Haru, pensando que se ha dado un golpe en la cabeza no le da más importancia y sigue con su vida. Tras llegar la noche recibe la visita de un extraño séquito formado por gatos y se presenta ante ella su rey. Este le informa que el gato que ha salvado esa misma mañana ha sido su hijo, el príncipe, y como agradecimiento recibirá ciertas compensaciones. A partir de ese momento comenzará una verdadera pesadilla para Haru ya que dichas compensaciones le complicarán aún más la vida. La cosa no mejorará cuando la muchacha sea prácticamente secuestrada y llevada al reino de los gatos para casarse con el príncipe y perder su forma humana. Por suerte, entrará en escena un personaje llamado El Barón, que la ayudará a salir de todo ese embrollo junto a su ayudante Muta.




Estamos ante una película sencilla, quizás orientada a los más pequeños de la casa, pero no por ello los adultos dejarán de disfrutarla. Evidentemente, si eres fan del Estudio Ghibli, es una cinta que no debes perderte. La animación es simple, bonita y el diseño de personajes no destaca en nada, aunque la animación de los gatos está muy bien conseguida. Es una película muy divertida, entretenida y que no aburrirá a nadie, aunque tenga un guion poco profundo.

Lo mejor: Una película muy agradable, para cualquier tipo de público y con una banda sonora preciosa, incluida la canción de cierre.


Lo peor: Por decir algo, su simpleza tanto en diseño como animación, quedando por debajo de obras como La princesa Mononoke o Susurros del corazón.


TRAILER


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